martes, 8 de marzo de 2016

Tema del mes de Marzo


                                                               AMOR PRECIOSO

OBJETIVO: Enseñarles a los niños respecto al inmenso amor que Jesús tiene por nosotros.
LECCIÓN:
AMOR PRECIOSO               
“Entonces Él les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozosos; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.”
(Lucas 15:3-7)

Eran cien ovejitas. Una se perdió. Él dejó a las 99 resguardadas y fue en búsqueda de la ovejita perdida. Aun teniendo otras 99, jamás iba a dejar a aquella ovejita solita. El Señor Jesús estaba dando el ejemplo de Él mismo. Él dejó la casa de Su Padre, el cielo, para venir a este mundo a salvar las ovejas perdidas.
Él te dio tanto valor que vino a este mundo para pagar el precio de tu rescate. Cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios, rompieron la conexión que tenían con Él. Como estaban sucios por la desobediencia, no podían acercarse más a Dios. El pecado aparta a la persona de Dios tan profundamente que es una especie de muerte.
Quién está lejos de Dios está muerto espiritualmente. Para volver a acercarse, antiguamente, antes de que Jesús viniera a este mundo, las personas necesitaban que un animal puro y sin ninguna mancha y ningún defecto fuera sacrificado en su lugar por un sacerdote. De esa forma, la muerte física de aquel animal sustituía la muerte espiritual de la persona, que podría volver a acercarse a Dios.
Pero el sacrificio de un animal no era un sacrificio perfecto, pues la única forma de poder sustituir perfecta y definitivamente a una persona era que otra persona adulta, pura, sin pecado, muriera en su lugar. Pero, ¿cómo podría morir una persona sin haber pecado, si cualquier hijo de hombre y mujer ya tenía una tendencia natural a pecar?
La única manera fue la que Dios planeó: Él mismo Se iba a materializar en la forma de Su Hijo. Siendo Dios, sería puro. Y, siendo hombre, iba a poder sustituir a la humanidad y cargar los pecados de cada uno de nosotros. Fue por eso que Él murió en la cruz.
Fue el precio de nuestro rescate, porque estábamos secuestrados por el pecado y condenados al inferno, pero Él nos rescató y nos dio la salvación, que es el derecho a ser feliz aquí en la Tierra y vivir eternamente con Dios.
El Señor Jesús hizo eso por nosotros. Para que puedas reconectarte con Él. Eso es amor de verdad. El amor que da mucho más que besos y abrazos, dio Su propia vida para que hoy puedas vivir una vida feliz con Dios y, después que mueras, unirte a Él en el cielo. ¡Su regalo dura toda la Eternidad!
El verdadero amor
Si buscas tu verdadero encuentro con Dios y entiendes el sacrificio que hizo el Señor Jesús, entregando tu vida a Él, comenzaras a tener acceso a la salvación que Él conquistó para ti. Y así podrás, entonces, vivir a Su lado para siempre. Eso es para que veas el valor que Dios le da a tu vida.
Eres una joya preciosa para Él. Cuando tienes un encuentro con Dios, experimentas el verdadero amor, porque Dios es la fuente de amor.  Si hasta hoy pensabas que nadie te quería o sentías que aún no conocías el amor, sepa que puedes encontrar al mayor amor del mundo y convertirte en esa fuente.
Algunos niños tienen problemas en la casa y piensan que la madre no los ama. Pero fue Dios Quien hizo a su madre y puso Su amor dentro de ella. Si aún no logra tener acceso a ese amor, es porque ella aún no conoce el amor de Dios. Ella, inclusive, puede estar dentro de la iglesia, pero aún no Lo conoció.
Pero si conoces el amor de Dios, vas a lograr trasmitirle ese amor. Aunque tu madre no te dé ese amor, tú vas a darle ese amor a ella, porque está escrito que aquel que da, recibe. Aunque no recibas en el momento, estás sembrando amor y, más tarde o más temprano, cosecharás.
La persona que no sabe demonstrar amor es la que más necesita recibir amor. Porque es como tierra seca. Nadie logra dar aquello que no tiene. Para que yo le dé una manzana a alguien necesito tener una manzana, ¿no es verdad? Para dar amor, yo necesito tener ese amor dentro de mí.
Si tus padres no logran demostrarte amor es porque ellos no logran encontrar ese amor dentro de ellos. Y si tú buscas a Dios, la Fuente de todo amor, vas a tener mucho amor dentro de ti  para ayudarlos a llenarse y a encontrar a la Fuente del Amor. En el Reino de Dios, quien da, no se queda sin nada. Cuánto más damos, más recibimos.
Una joya preciosa para Dios
Dios nos considera a cada uno como una joya muy preciosa, que no puede ser perdida y debe ser guardada muy bien. Nosotros somos como una joya preciosa para Dios y fue por eso que Él pagó aquel alto precio en la Cruz del Calvario.
Siempre recuerda que nunca debemos apartarnos de nuestro Pastor que es Jesús. Como aquella ovejita que se perdió, quien sufrió lejos del pastor hasta que fue rescatada, todo el mundo que se aparta de Jesús sufre mucho. Pero si nos quedamos cerca de Él, podemos experimentar ese amor.
Existen muchos niños en el mundo, pero Dios te eligió para conocer Su amor. Estás aquí hoy por eso, no es casualidad. Él sabe lo que estás pasando y quiere darte la llave para una nueva vida. Una vida de paz, de alegría, de un futuro feliz. Es eso lo que Él está ofreciéndote hoy. Y esa es la elección que puedes hacer.


CONCLUSIÓN:
Dios te ama de la manera que eres, aun con tus defectos. Su amor es puro e incondicional. Él sacrificó a Su Propio Hijo por amor a ti, para poder pasar la eternidad a tu lado.
Después de que Le entregues tu vida, Él te dará todo lo que necesites. Recibirás ese amor incondicional, y quien Lo recibe también sabe amar a todos. Jesús quiere hacer de ti un discípulo. Recibiste Su amor y ahora vas a querer dar lo que recibiste. Y, en el Reino de Dios, cuánto más damos, más recibimos.

Observaciones para las educadoras:
        Hacerles preguntas a los niños (las que ponemos a continuación son sugerencias que pueden ser usadas, pero la educadora , que conoce a los niños y está con ellos en el momento de la clase puede y debe – crear sus propias preguntas relacionadas al tema, para interactuar mejor con ellos y hacerlos pensar, aplicando a la propia vida lo que oyeron).

        Pedir testimonios (es importante que los niños vean el resultado de lo que ha sido predicado. De la misma forma que el pastor muestra los testimonios de transformación de vida, es importante que la educadora también muestre testimonios).

Converse con los niños y vea lo que esas ensanzas han hecho en sus vidas. Usted se sorprenderá y el Espíritu Santo orientará su trabajo).

Preguntas:

1- ¿Por qué piensas que Dios te ama?
2- ¿alguna vez sentiste ese amor arder en tu corazón?
3- ¿Cuál es la mejor manera para que Le retribuyas ese amor?

Educadoras y Consejeras: Comparen las respuestas de los niños y de los Teens según el ejemplo de las siguientes respuestas.

 Respuesta:

1.    Porque, aun equivocándome, Él me amó primero.
           Envió a Su Único Hijo para salvarme a mí y a toda la humanidad.

2.    , por salvarme y pagar el precio de mis pecados con Su muerte en la cruz.

3.    Contándoles a todos – acerca de Su amor y del deseo que tiene de que estemos con Él para siempre.



¿Quién sentía falta de amor y, después de lo que o, conoció el amor de Dios?  (Esa pregunta debe realizarse a lo largo del mes, después de que el niño haya asistido a algunas clases sobre el tema.)

NOTA: Interactuar con los niños y los Teens, según las respuestas. Pedirle dirección al Espíritu Santo.
Saber darle ejemplos al niño para que cada día reciba una enseñanza extra.
Los temas son mensuales, pero las educadoras deben enriquecerlos con ejemplos diariamente.

Frases-claves para dirigir las clases de los niños  más pequeños:

El Señor Jesús vino al mundo para salvar a las ovejas perdidas.
Quien está lejos de Dios, está muerto espiritualmente.
El Señor Jesús fue el sacrificio perfecto. Dio Su vida para que tengas derecho a acercarte a Dios.
Puedes  experimentar el verdadero amor.
Quien no ama, no conoce el amor de Dios.
Quien da, recibe.
Eres  una joya preciosa para Dios.

Busca el encuentro con Dios para tener un futuro feliz.

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