En este mundo es cada vez más
normal que las personas se imiten y copien lo que ven. Desde el diseño de un
auto hasta los juegos de video, cuando alguien se le ocurre algo que tiene
éxito, inmediatamente aparecen copias. Las personas imitan las actitudes le
prestan atención e los famosos, quieren ser iguales a ellos y tener lo que
ellos tienen. Algunos admiran a personajes de ficción y sueñan en ser como
ellos.
Es normal que seamos admiradores, copiemos sus gestos y sus
actitudes. La Palabra de Dios tienen para transformar vidas, es en ella que
encontramos los pensamientos del propio Dios. Es un mapa del tesoro que nos
dice cómo lograr usar la fe inteligente.
Es en la Biblia que encontramos la clave del éxito y de la
verdadera felicidad. El Señor Jesús dejó todo documentado para que vivamos una
vida bendecida en la Tierra y para que podamos acceder a la Vida Eterna. Pero,
lamentablemente, muchas personas, aún sabiéndolo, no están interesados en
imitar a Dios. Vea lo que el Señor nos dice: “Tomad mi yugo sobre vosotros y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para
vuestras almas”. (Mateo 11:29)
Él nos promete que si somos mansos y humildes como el Señor
Jesús, encontraremos descanso para nuestra alma. En la actualidad, las personas
están cada vez más nerviosas, buscan tener paz, pero muchas veces no estás
dispuestas a aceptar la propuesta de Dios. La mayoría se irrita fácilmente,
nadie se preocupa por su prójimo. La humildad de espíritu revelada por el Señor
no tiene que ver con ser débiles, sino que es tener compasión, imitar Su
sabiduría, seguir el ejemplo que Él nos dejó.
Jesús se interesó por los pecadores, al punto de dar Su vida por
nosotros. Fue rechazado y humillado, pero no dudó en sacrificar su vida por la
humanidad. Cuando Él dice que tomemos Su yugo quiere decir que es necesario
asumir la fe, cueste lo que cueste, aunque seamos perseguidos y humillados.
Podemos elegir irritarnos o mantenernos calmados, podemos elegir imitarlo o no.
Nuestras actitudes le mostraran a Dios si realmente deseamos
imitarlo y si queremos ser Sus hijos. Muchas personas solo piensan en la riqueza,
estatus y confort e imitan las actitudes de los famosos creyendo que así
estarán más cerca de su éxito. Pero no se dan cuenta que están cambiando una
eternidad de paz por vanidad.
Pensemos cómo queremos vivir e imitemos la humildad y la
mansedumbre del Señor Jesús y veremos los resultados de vivir por la fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario