Este año ya termina y
tuvimos momentos de alegría, de dificultad, de sorpresas y de conquistas. La vida es así, tenemos buenas y malas, pero gracias a la fe hacemos la diferencia, porque la fe no acepta
las adversidades como algo natural. Dios nos
llamó para vencer, eso lo dejó bien claro
en Su Palabra cuando habló con Gedeón. Él
lo encontró a Gedeón en medio de una
generación que estaba dominada por el
miedo.
El miedo paraliza y hace que una persona se mantenga pasiva delante de la situación. Por eso, chicas, no podemos tener miedo. Debemos enfrentar
las luchas como guerreras. No podemos dejar de creer, tenemos que seguir en la batalla, seamos personas que no aceptan la situación, personas indignadas, para poder recibir las bendiciones que Dios nos prometió.
El miedo paraliza y hace que una persona se mantenga pasiva delante de la situación. Por eso, chicas, no podemos tener miedo. Debemos enfrentar
las luchas como guerreras. No podemos dejar de creer, tenemos que seguir en la batalla, seamos personas que no aceptan la situación, personas indignadas, para poder recibir las bendiciones que Dios nos prometió.
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