Dios espera que lo busquemos. Cuantos padres les gustaría ayudar a sus hijos, pero no pueden, pues ya son adultos y no los quieren oír? El hijo quiere hacer lo que a el le parece bien y por eso no le comunica nada a sus padres, pero si después de sufrir mucho, el hijo le pide ayuda al padre, entonces el podrá ayudarlo, darle consejos, buscar una salida para aquel hijo. Así es con Dios.
El queda esperando que sus hijos se vuelvan para él, para que entonces él pueda responder y ayudar. No sufra solo, no culpe a Dios por sus problemas. Quien sabe si él apenas esta esperando que usted se vuelva para él, que oiga sus palabras y las obedezca.
Y si usted ya hizo eso, continúe buscando. La orientación es clara: Acerquémonos a nuestro Dios. No es por un tiempo, ni por dos tiempos, ni por tres tiempos, pero si todo el tiempo. Para que sea posible vivir en este mundo, nosotros nunca debemos dejar de buscar la presencia de Dios. Debemos buscarlo siempre si es que queremos su ayuda siempre, su respuesta siempre, su atención siempre. Eso es lo que él esta dispuesto a ofrecernos.
Busque la presencia de Dios, para recibir su ayuda.
Obispo Macedo
(Día 1/02 libro El pan nuestro para 365 días)