Cuando se publica un post sobre Halloween, muchas personas que lo celebran buscan defender su creencia. Sin embargo, las publicaciones sobre este tema no tienen el objetivo de contender puntos de vista, sino de abrir los ojos de quienes desean agradar a Dios y creen en su Palabra.
Respetamos a quienes no están de acuerdo con esto, pero sabemos la importancia de no vivir basados en lo que este mundo opina, sino fundamentar nuestras actitudes en la Palabra de Dios. La mayoría de las personas que se disfrazan en Halloween o que celebran estas festividades no tienen intenciones satánicas, macabras o semejantes.
Generalmente lo hacen para entretenerse, porque la han adoptado gracias a los medios de comunicación o porque la consideran atractiva. Pero espiritualmente, ¿traerá beneficios? ¿Qué clase de valores morales se exaltan cuando la violencia, la sangre y la muerte se convierten en algo divertido? ¿Dios se complacerá cuando quienes se dicen hijos suyos celebran el mal como medio de entretenimiento? Aquí hay 10 razones por las que un verdadero seguidor del Señor Jesús no debería celebrar Halloween.
Un cristiano no celebra Halloween…
1. Porque la Biblia le advierte para no participar en este tipo de tradiciones. (Efesios 5:11)
2. Porque desea agradar a Dios más que a la opinión de este mundo.
3. Porque ocupa su tiempo celebrando a Cristo, no a la muerte.
4. Porque no imita las cosas del mundo, sino las cosas de Dios.
5. Porque las tinieblas no se festejan aunque sean adornadas y parezcan divertidas.
6. Porque quien nació de Dios es llamado por el Señor a ser diferente.
7. Porque es una tradición cuyas raíces tienen fundamentos anti bíblicos promovida con fines satánicos y comerciales.
8. Porque aunque al mundo le parece inocente y muchos lo practican, no significa que sea correcto a los ojos de Dios.
9. Porque con su ejemplo cuida que los niños aprendan desde pequeños a tener el temor de Dios y a apartarse del mal.
10. Porque no arriesga su salvación ofreciendo culto a la muerte, sino que cada día lucha por alcanzar la vida eterna.
Cada quien es libre de tomar la decisión de acuerdo a su fe. Reflexiona en estos motivos y deja que el Espíritu Santo te guíe.