Génesis
26.34,35;27
Enseñar
a los niños que valorizamos las cosas de Dios, somos bendecidos.
“El
hombre fiel recibirá muchas bendiciones.” (Proverbios 28.20)
INTRODUCCIÓN
Lleve
fotos o ilustraciones de cajas y papeles de regalo. Muestre las ilustraciones y
pregunte lo siguiente: ¿Levante la mano quien aquí ya ganó un regalo muy
especial? Espere la participación. Es muy bueno ganar regalos. Saben niños solo
ganamos regalos cuando merecemos, ¿no es cierto? Hoy vamos a oír la historia de
un hombre que ganó un regalo muy especial. Escuchen con bastante atención que
les voy a contar que regalo fue este.
JACOB ES BENDECIDO
¿USTEDES SE
acuerdan de los hermanos Esaú y Jacob? Jacob era diferente que Esaú. Esaú tenia
novias que no les gustaba a Dios, por eso Rebeca, la mamá de él se ponía muy
triste. Un día Esaú llegó con mucha hambre de una cazada (pase las manos sobre
la barriga y pida para que ellos la copien) y Jacob estaba haciendo una comida
muy rica. Esaú pidió un poquito de comido y Jacob quiso cambiar la comida por
el regalo que Esaú iba a ganar del padre. ¿Amiguitos, ustedes dirían no para un
regalo especial? Espere la participación. Pero Esaú dijo que no. ¿Saben cual
era el regalo que él iba a ganar?: La bendición del padre.
Antiguamente, el papá colocaba la
mano sobre la cabeza del hijo más viejo y hacia una oración muy especial por
él, y todo aquello que el padre hablaba en el momento de la oración ocurría.
¿Vieron niños, que regalo bendecido? Pero Esaú prefirió la comida al recibir la
oración especial. Entonces, en el momento de recibir el regalo de Dios, o sea,
la bendición, la mamá que se arreglase como si fuese Esaú. Ella preparó la
comida que Isaac, el marido de ella, que más le gustaba, y mandó que Jacob
entregase para el padre. Isaac se puso muy feliz, oro y bendijo a Jacob
pensando que fuese Esaú. Cuando Esaú llegó, Jacob ya había recibido el regalo
de Dios, o sea, la oración especial.
CONCLUSIÓN
Esaú
no se importaba con las cosas de Dios, no hacia lo que el padre le enseñaba,
por eso Rebeca, su madre, no dejó que él recibiese la bendición, o sea, la
oración especial, y ayudó a Jacob a ser bendecido. Amiguitos, debemos ser
obedientes y desear siempre las bendiciones de Dios. ¿Quién aquí desea la
bendición de Dios? ¡Muy bien!
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